...Y promete recolocarlo tras una carta a La Vanguardia en la que el afectado denuncia los procedimientos de la alcaldesa.
Roger Martínez González ejercía de conserje de la alcaldía de Barcelona desde hacía un año y medio. Su contrato terminaba el 30 de mayo, pero el equipo del exalcalde Xavier Trias decidió prorrogarlo durante un mes, hasta el 30 de junio. Un día antes de que terminara el contrato, ya con Ada Colau al frente de la ciudad, se le avisó de que no volviera el 1 de julio. Roger no se lo podía creer. Pensaba que el nuevo gobierno sería aún más sensible con los empleados discapacitados, aunque fueran eventuales, como en su caso, pero no fue así. Él mismo lo contaba este jueves en una carta enviada a La Vanguardia y en la que explica que "durante la primera semana después de ser proclamada alcaldesa de Barcelona la señora Ada Colau, una persona del partido Guanyem Barcelona se interesó por mi situación. Le expliqué mis condiciones y me dijo que no me preocupara. Es más, el señor Manu Simarro, actual coordinador del departamento de Alcaldía del Ajuntament de Barcelona, me aseguró que la prioridad del partido era mantener al máximo los puestos de trabajo de los eventuales".
"Pasaban los días -continúa Roger- y nadie del partido me hablaba de mi situación. Es más, un par de veces que pregunté por el tema sólo fueron capaces de contestarme que era una situación difícil y que tuviera comprensión, porque acababan de entrar y tenía muchos temas que abordar (cosa que entiendo perfectamente). Pues bien, el lunes 29 de junio me comunicaron su idea de prescindir de mis servicios y que el martes 30 de junio era mi último día de trabajo. Su idea era eliminar el puesto de conserje del departamento. Dijeron que habían intentado recolocarme, pero que no habían encontrado un puesto.
No me lo podía creer. Mi sorpresa fue mayúscula. ¿Dónde están los que dicen que garantizan el empleo? ¿Los que prometen puestos de trabajo? ¿Los que miran por el pueblo? ¿Los que dicen que piensan en los más desfavorecidos?".
El testimonio del extrabajador saltó a las redes sociales y ha generado tal polémica que la alcaldesa ha ordenado al coordinador de alcaldía, Manu Simarro, que apague el incendio con una vaga promesa de empleo en el futuro. En otra carta enviada a La Vanguardia, Simarro se excusa así: "Con la llegada del nuevo gobierno, hemos iniciado algunos cambios en Alcaldía con el objetivo de aprovechar al máximo los conocimientos y potencialidades de todos los trabajadores de la casa. En el marco de estos cambios, queremos reorganizar el Servicio de atención de Alcaldía porque creemos que está sobredimensionado. Por eso estamos trabajando para tratar de resolver el futuro laboral de Roger. Así se lo hice saber a él y así lo he hecho saber a la gerencia del Ayuntamiento de Barcelona. Nos gustaría poder contar en el futuro con Roger porque creemos que es un buen profesional y puede ayudar a sacar adelante, con el conjunto de la plantilla municipal, muchos de los retos que encaramos con el nuevo mandato".
Los okupas y el sueldo de la primera edil
No es el caso de los okupas del "Banco Expropiado", a los que el anterior alcalde dejó pagado el alquiler anual del local. Colau ha decidido respetar esa decisión de su antecesor. En cambio, Roger fue despedido sin contemplaciones, una vez finalizado su contrato. Ahora espera volver a su puesto o a lo que le ofrezcan a pesar de la reorganización y de que el "departamento está sobredimensionado".
Por otra parte, la alcaldesa se ha puesto un sueldo de ochenta mil euros al año, que suponen unos ingresos netos mensuales de más de cuatro mil euros, muy lejos de los 2.200 que prometió que cobraría si era elegida alcaldesa. La diferencia, alega, la donará a entidades sociales, pero no ha dicho cuáles ni qué considera entidades sociales.
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